Se inauguró hoy la instalción montada por el artista Ai Weiwei en el Pabellón de Barcelona del Alemán Mies van der Rohe. Algo que se ha venido haciendo ya constantemente, si bien también se presentó recientemente la del estudio Japonés SANAA, que por acá posteamos.
Una intervención metabólica, de café con leche, que cuestiona al optimismo ilustrado por avanzar corrigiendo los errores del pasado sin miedo a cometer nuevos errores. O no.
Una intervención metabólica, de café con leche, que cuestiona al optimismo ilustrado por avanzar corrigiendo los errores del pasado sin miedo a cometer nuevos errores. O no.
Aquí una traducción de lo que el Chino escribio para la instalación:
“El Pabellón de Barcelona de Mies van der Rohe pone un pie más allá de toda duda. Su material de hormigón ligero, apenas celebró hasta el suelo. La piedra y el vidrio no son nada nuevo a la arquitectura, pero ahora son las lentes y espejos para ver una época ilustrada. Las piscinas, en blanco, junto con otras superficies muy pulidas, una mirada intemporal que refleja todo lo demás, el edificio, el cielo y los árboles en un todo. Este es un lugar donde sólo los dioses habitan.
Tal vez este punto de vista malinterpreta el trabajo de Mies; dejó fuera el sueño moderno de la igualdad, así como la arquitectura para vivir, las necesidades de cada persona común y corriente. Hablando de diseño de Mies utiliza con frecuencia expresiones tales como "solución general" y "lenguaje común".
Me acerco al Pabellón de Barcelona de Mies van der Rohe como un ready-made, las actividades que experimentaron y la forma en que se ha visto. El edificio no es estático, de hecho, mi intervención explora el metabolismo de una máquina de vida. Líquido se sustituye, porque es una parte del edificio que siempre ha sido reemplazado. De hecho, el contenido de las dos piscinas, se sustituirá todo el tiempo, desapercibido para los visitantes. Una bomba re-circula el agua en la gran piscina exterior, mientras que la piscina más pequeña se drena cada dos semanas, el vidrio oscuro en la parte inferior se limpia y se volvió a llenar la piscina.
Regulando el trabajo para asegurar que el monumento aparezca sin cambios, atemporal, sin olvidar que el edificio entero es una reconstrucción perfecta. En la intervención de leche y café, la capa inferior de las superficies de este monumento y persisten en la conciencia, se niega a ser arrastrada. Hasta mantenimiento de la condición de la leche y el café es el mismo que la preservación de un cuerpo, un esfuerzo exigente de la luz, el aire, el calor... nada estimula el crecimiento y el cambio. ¿Qué es el vigor de la geometría, la claridad de los ensambles y el optimismo ilustrado combinada con la vida diaria? En este esfuerzo para corregir los errores del pasado, el modernismo podría cometido errores nuevos. A la actitud cultural de hoy no le importa los errores, que pretende avanzar hacia adelante sin miedo de hacer otros nuevos.”
Ai Weiei
La leche utilizada en esta instalación no es apta para el consumo humano.
La leche utilizada en esta instalación no es apta para el consumo humano.
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