martes, 5 de agosto de 2008

Análisis crítico de una obra de arquitectura (parte uno)

¿Cómo se realiza una crítica de una obra de arquitectura?

¿Cuáles son los parámetros para hacerla?

De alguna u otra manera el trabajo que se presenta a continuación es una posible respuesta. Tratando la información de la obra de manera objetiva, tratar de entender las partes y las piezas que la constituyen, cómo se configura su espacio.

Verificar por qué esta obra es un referente al analizar cómo opera el autor. El proceso arroja otras interrogantes como que pueden ser interesantes como: ¿Representa también una posibilidad de construir material del proyecto?

Dicho análisis se realiza en el marco de MDAA/FADU/UBA como parte del curso de análisis crítico de arquitectura.

Profesor: Francisco Moskovits

Profesor Asistente: Andrea Lanziani

Maestreandos: Rodrigo Ballen, Luís Calatayud, Christian Vargas.

La obra: Villa Müller de Adolf Loos

Espacio + Límite

Reconocimiento del límite

A partir de la información recopilada se obtienen 17 cortes en sentido longitudinal que registran las articulaciones entre salón, comedor, escaleras, terraza y boudoir. Estos pasan donde se detectan alteraciones importantes en el espacio, su secuencia en la planta de referencia no presenta un ritmo. Se reconocen cinco materialidades distintas que delimitan el espacio: enlucido, mármol, madera, alfombra y vidrio.


Construcción del espacio

maqueta 1.- Tras la información generada, se construye el vacio, reconociendo los bordes del “lleno” a partir de la delimitación material. La transferencia es literal, debido a que la hipótesis fue demostrar que las relaciones espaciales se daban en el sentido longitudinal propuesto para la realización de los cortes. La pieza, es obtenida al darle espesor a los cortes anteriores y su construcción se realiza colocando uno tras otro recortes de poliestireno expandido, cuyo espesor se aproxima a lo observado en planta. También se obtiene un registro aproximado de las alteraciones encontradas en pisos, muros y techos. Como resultado se detectó que las secciones longitudinales ofrecían una visión parcial a la que debía de añadirse el sentido horizontal para completar los vacios de información observando la maqueta terminada.


maqueta 2.- De lo anterior surge una segunda hipótesis que propone que las relaciones espaciales no solo se dan en sentido vertical y longitudinal sino también en el sentido transversal y horizontal. Esta vez las partes que lo constituyen se piensan y materializan como ensambles tridimensionales para conocer la dimensión precisa del espacio y los elementos que lo alteran: vigas, escalones, etc. Mediante el ensamblado de piezas en tres dimensiones se aprecia la continuidad entre espacios comedor-salón-terrazasalón-escalerassalón-boudior, del resultado de esta operación se observa que la maqueta se complejiza de la misma manera que lo hacen sus relaciones espaciales.


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